domingo, 14 de abril de 2024

Chöka insomne mientras llueve







Oigo crepitar
La lluvia entre sueños
Como si fuego
Fuera al viento arde
Al ras del pasto
Y entre los árboles
Briznas de luz salpican
La piel del aire
Para luego guarecerse
Bajo las hojas
A esperar que escampe




martes, 9 de abril de 2024

Haiku-tanka duàn (considera el que prefieras)

 





Desconfiá de quien
Tiene sólo respuestas.
Incluso ésta...
Creele al que nada más
Tenga preguntas nuevas.



lunes, 1 de abril de 2024

Haiku ām ---

 




Lo imposible
Suele ser, lo posible
Es infrecuente

 


Bolsa de Gatos 1111/1120

 




1120.”Un gato callejero llamado Bob” de James Bowen es un best seller mundial: la historia en primera persona de un hombre que vive en las calles de Londres y tiene la buena fortuna de hacerse amigo de un gato. James Bowen es un músico callejero de los tantos que hay por las calles de todo el mundo que un día se encuentra con un gato callejero de los tantos que hay por las calles y tejados de todo el mundo, y decide llamarlo Bob para, a partir de ese mismo momento y por varios años, ser compañeros inseparables. Tanto le cambiaría la vida a James Bowen ese encuentro fortuito con el gato Bob que se convertiría en millonario. Juntos viajarían por todos lados y hasta harían la película “Un gato callejero llamado Bob” contando sus vivencias y aventuras, y publicarían además tres libros, “El mundo según Bob”, “Un regalo de Bob” y “El pequeño libro de Bob” vendiendo más de 10 millones de copias en casi 40 idiomas. James Bowen pasaría entonces de vivir en la calle a tener su propio piso, dejaría atrás la triste vida de un marginal depresivo que no podía dejar las drogas para reintegrarse a la sociedad, siempre al lado de su querido amigo Bob, hasta que pasados los años, muy felices años juntos, al cumplir sus 14 Bob falleció, lo que llevó a James Bowen a comunicar a través de un conmovedor mensaje en su Twitter rubricando esta inolvidable gran historia real: “Bob me salvó la vida. Tan simple como eso. Me dio mucho más que su afecto y compañía. Con él a mi lado encontré mi camino y la determinación que me faltaba. Nunca hubo nadie como él para mí y nunca lo habrá. Siento como si hubieran apagado la luz en mi vida. Nunca lo olvidaré ni alcanzaré a agradecerle todo lo que hizo posible…”



1119. “Todos los gatos de la región son un ruido en el techo / igual que el de los reos fondeados entre bolsas en un hueco del río / -ritos de amor, ritos de combate- / hasta que se descuelgan ya muertos o cansados / para asediar mi casa / se revuelven / como tribus de arañas en el fondo del agua / me reclaman un lugar en el lecho / y de comer según los usos del último tratado / -alianza concertada con el viejo que dio nombre a los gatos / sembró las margaritas, los geranios / (donde orino cuando estoy apurado) / comió sobre esta mesa /  durmió sobre esta cama / murió sobre esta cama como un sapo / Las moscas de mi mesa son las mismas que engordan / en la mesa de mis ochovecinos pensionados de guerra / son de vuelo pesado y paso torpe / mansas para la muerte, son el día / Por la noche los gatos / Allá vuelven / Cierro la puerta con dos vueltas de llave, toco madera” (“Por la noche los gatos - Poesía 1961-1986” de Antonio Cisneros)





1118. “Desde siempre me he visto envuelta en esas situaciones, como aquella mañana con el psiquiatra. Él estaba viviendo en la casita detrás de la mía mientras remodelaban la casa que se acababa de comprar. Parecía muy simpático, y además era guapo, así que por supuesto quería causarle buena impresión, y hasta le habría llevado unos pastelitos de chocolate, pero tampoco quería violentarlo. Una mañana, justo al amanecer, como de costumbre, me estaba tomando un café y contemplando desde la ventana mi jardín, que en ese momento era un prodigio, con las enredaderas de caracolillo en flor y los delfinios y el cosmos. Me sentí, bueno, me sentí rebosante de alegría… ¿Por qué titubeo al contarlo? No quiero parecer melindrosa, quiero causar buena impresión. La cuestión es que estaba contenta, y eché un puñado de alpiste en la terraza y sonreí abstraída mientras docenas de tórtolas y pinzones acudían a comer las semillas, cuando de pronto, zas, dos gatos enormes saltaron a la terraza y empezaron a zamparse los pájaros entre una nube de plumas, en el preciso momento que el psiquiatra salía por su puerta. Me miró consternado, dijo «¡Qué horror!» y huyó. A partir de aquella mañana me evitó completamente, y no eran imaginaciones mías. Cómo habría podido explicarle que todo ocurrió muy rápido, que no sonreía porque me divirtiera la carnicería de los gatos, sino que no había dado tiempo a que mi felicidad al ver los caracolillos y los pinzones se disipara...”(Fragmento de “Manual para mujeres de la limpieza” de Lucia Berlin)





1117. Jacopo Bassano pintó este cuadro en 1542 cuando el gato era visto como un símbolo de los más horrendos pecados, por lo que, según los estudiosos, en sus varias representaciones de “La Última Cena”, mordaz como solía ser, ubicó siempre al gato cerca de Judas, el traidor.





1116. Los Bassano fueron todos grandes pintores amantes de los gatos. Todos integrantes del manierismo de la Escuela de Venecia proveniente del Renacimiento italiano. La familia estaba compuesta por Jacopo Bassano, hijo de Francesco Bassano El Viejo y padre de Francesco Bassano El Joven, y Leandro Bassano, todos nacidos en Bassano del Grappa, localidad a pocos kilómetros de Venecia, y todos además coincideron en incluir gatos en sus obras. (Este cuadro fue pintado por Leandro Bassano, 1557-1622)





1115. “¿Por qué tantos escritores eligen al gato como mascota? «Porque mi mujer me lo impone, dado que ella también es una gata y de hecho, aunque adora a los perros, tiene tanto miedo de que les hagan daño a alguno de nuestros tres mininos que jamás entraría un can en esta casa», nos dice contundentemente Antonio Escohotado. «Esmeralda, y dudo con ese nombre porque empezó llamándose Melania, tiene como una extraña pasión carnal conmigo (risas), y no es broma. Le ha dado tal ataque de amor que todas las noches duerme en mi cama, ¡sobre mis partes pudendas! Ignoro si porque se trata de una zona calentita o si anidan en ella otros motivos. El caso es que tengo que levantarme varias veces al baño, y no lo necesitaría, pero es que me presiona la vejiga», remata con humor el filósofo, jurista, ensayista, traductor y profesor universitario español Antonio Escohotado Espinosa en esta entrevista en https://www.larazon.es/





1114. «Mi gata estuvo ahí como testigo de todos mis libros», dijo la escritora uruguaya Natalia Mardero.





1113. Disco de Bob Dylan de 1965, “Bringing It All Back Home”. En la foto de portada aparecen Dylan con un gatito entre las manos y Sally Grossman, esposa de su manager Albert Grossman, rodeada de baratijas crípticas y long plays de Lord Buckley y los Impressions, Robert Johnson y Ravi Shankar, una revista Time con el presidente Lyndon B. Johnson en la portada y su gato, al que llamó Rolling Stone, entre otros elementos del decorado. Un poco como en un juego de objetos ocultos, el fotógrago Daniel Kramer logró plasmar una composición tan ecléctica como el contenido del disco e incluso recibió una nominación al Grammy a la mejor portada de álbum de rock de ese año. (Encontrado en https://faroutmagazine.co.uk/)





1112. Albert Einstein amaba a los gatos, pero no existen fotografías de él con los suyos, que tenía varios, aunque sí registros en los que explicó: “Me gustan mucho los gatos, me parecen admirables, pero debo tenerlos en la casa del fondo, por las pulgas, lo que me impide poder alzarlos y dormir con ellos como quisiera. Pero me encantan y me serenan también.” (Ante la carencia de imágenes de Einstein junto a sus gatos vemos esta de la Murrs Galerie Berühmter Katzen de Michael Mathias Precht)




1111. “Yo también reí / pero mi risa no era una criatura que habitaba el viento / sino un gatito púrpura y desnutrido que rápidamente se puso a jugar / con las avecillas verdes que llenaban la mañana / como un árbol de ramas invisibles.”  (Fragmento de “Maíz negro”, poema de Jhavier Romero, poeta, teatrista, artista conceptual, músico y profesor de literatura panameño, Premio Ricardo Miró de Poesía 2017, Premio Ricardo Miró de Teatro 2019. Encontrado en https://www.revistaaltazor.cl/)


jueves, 28 de marzo de 2024

Invenciones de los espejos vamos siendo ---

 


(Francis-Bacon-Roberto-Matta-Refraction)



No somos sueños
Afortunadamente nadie nos sueña
Es más, ni siquiera somos sino que vamos siendo
Invenciones de los espejos
En otras palabras, emanaciones
Puesto que emanamos de ellos
Del epicentro de sus inescrutables entrañas
Vamos siendo apenas instantáneas
Atiborradas de poses, máscaras
Muecas, desigualdades y semejanzas
Con libre albedrío para ser lo que deseemos
Tenemos un amplio catálogo de infinidades de reflejos
Listos para usar en cualquier terreno o circunstancia
Mientras continuamos siendo meras posibilidades
Tan inconstantes, inestables, inacabadas, sin sustancia
De ahí que a la gran mayoría sólo les preocupe
Cómo nos vemos frente a nuestro creador, el espejo
Y que sean sólo unos pocos apenas
Los que se animen a reflexionar que el problema
No es tanto adónde vamos
Sino que daríamos la vida
Por volver a adentrarnos
En el impenetrable espejo
Del que provenimos
Y que pareciera tener un más allá
Pero en paralelo con este lado de acá
Un espacio aledaño
Donde existe aquello que no ha sido
Y que fueya ya por la realidad sepultado
Un territorio sin memoria, desconocido
Sobre cuya infranqueable superficie vamos siendo reflejos
Que invariablemente se van disgregando y deshaciendo
O acaso el Tiempo no se va encargando de eso...?




(autor desconocido)


martes, 19 de marzo de 2024

Chöka rush (mi primer chöka) ---

 


(The lovers by René Magritte)



No lo creerías…
Pero fue atascado
Entre los pliegues
De tu inextinguible
Sabor rosado
Que añoré besarte
¡Azul melancolía!
Como si nuestro tiempo
No hubiera pasado



martes, 12 de marzo de 2024

La felicidad es estar en camino… ---

 




Pienso cosas que no pueden suceder
Recuerdo otras que me van a pasar
Si algo me duele es no saber
Reinvento los hechos que creí olvidar
Escribo según logro percibir
Conjugo verbos en tiempo disreal
Yo lo único que sé es que voy a ser feliz
Antes de conseguir lo que quiero…
Para que cuando lo obtenga pueda ya
Andar haciendo equilibrio detrás
De un nuevo sueño
La felicidad es estar en camino
¡No llegar jamás!
Debe ser por eso que ansío lo impensado
Que creo fervientemente en lo increado…
Allí se guarecen las respuestas que aún
Por falta de fe en mí mismo no he encontrado




miércoles, 6 de marzo de 2024

Tank'æyes ---






 


Saben los ojos
Ver como también sondear
Las corpóreas
Voces y sonoras formas
Que aún no pueden ser



viernes, 1 de marzo de 2024

Haiku 正 ---

 


(Obra de Guillaume Chiron)



Un buen poema
Será leído siempre
Por primera vez


Bolsa de Gatos 1101/1110

 




1110. “El gato llega a la puerta del cuarto donde escribo. / Se detiene… vacila… avanza… / Me clava su mirada. / Nos miramos. Ojos contra ojos… / ¡Casi con terror! / Como dos seres incomunicables y solitarios / Que fuésemos hechura de dioses diferentes.” (Poema de Mário Quintana, poeta brasileño nacido y muerto en Porto Alegre en 1906-1994)





1109. “Venía de la miseria y la soledad de una infancia sumergida en la promiscuidad familiar, de las violentas relaciones amor-odio con la madre, del hondo desdén por Augusto Morante, el padre legal, sujeto impotente y masoquista ante los castigos de la esposa, del rencor por el “tío” que los procreó para luego desaparecer. Sólo su sostenida pasión por los gatos, los niños y los juegos, que inventaba para jugar con sus hermanos, la preservó de la locura. Un origen de hambre y dolor que amargó su prematura independización (seguramente mal vista en la época) y muchas veces, sin culpa ni vergüenza, la arrastró a la prostitución. La relación con Alberto Moravia, con el cual se casó y convivió muchos años, contribuyó a ponerla en la mira, pero fue por la trascendencia de sus escritos que Elsa Morante se afianzó en el primer plano y obtuvo peso propio en el círculo de opiniones de la intelligentzia italiana de mediados de siglo –a la que por otra parte evitaba–, mientras en la intimidad se convertía en amiga dilecta de Pasolini, Bertolucci y Visconti.” (Por Alicia Plante para https://www.pagina12.com.ar)





1108. “Mucho de gato tenía Andy Warhol quien, después de sus vivencias en el Chelsea Hotel, compartió manta y sofá con sus veinticinco gatos en su apartamento de la avenida Lexington. A todos los llamaba Sam, los dibujaba y algunos le acompañaban en sus viajes más locos. Llegó a cancelar importantes citas de negocios, con tal de no separarse de ellos. Warhol se dejaba querer y entre ronroneos descubrió hasta qué punto le traían suerte, sobre todo un gato azul, al que, cuando su ausencia se le hacía insoportable, le escribía notitas que después le dejaba en su canastilla: Querido Sam. Te echo de menos. Quien te ama, A. (¿Quién va a ser si no?)” (Extractado de //sonandoconmaletas.com)





1107. El Dios Sol Ra con forma de gato matando a la serpiente Apofis junto al sicomoro sagrado, (1295-1186 a.c), una de las pinturas funerarias de la tumba de Inherkhau. Desde siempre el gato fue venerado porque mataba a las ratas que se devoraban los cereales de las cosechas acumulados en los graneros y porque ahuyentaba a las serpientes, muy numerosas a orillas del Nilo. Era además admirado por su belleza y elegancia y respetado y hasta temido por sus “cualidades mágicas" (el gato imponía respeto o miedo, dependiendo la persona),  las que no eran otra cosa que la capacidad de sus pupilas (o tapetum lucidum) de contraerse y brillar con la luz de la luna en la más cerrada oscuridad.





1106. En la víspera del accidente en el que perdió la vida, James Dean dejó a su gato Marcus al cuidado de su amiga Jeanette Doty con una nota en la que le indicaba cómo debía cuidarlo: “1 cucharadita de jarabe Karo.  1 lata grande de leche evaporada.  Misma cantidad de agua destilada o hervida. 1 yema de huevo. Mezclar y enfriar. No le des carne o leche fría. 1 gota de vitaminas diaria. Lleva a Marcus al Dr. Cooper en la calle Melrose la semana que viene, toca vacunarle.” Su siamés Marcus había sido un regalo de su íntima amiga Elizabeth Taylor al inicio de la filmación de su última película, 'Gigante'.





1105. El maestro del cine Nicholas Ray contó sobre James Dean: “La última vez que lo vi fue una noche que de repente se apareció por mi casa a las tres de la mañana. Tenía ganas de hablar y lo hicimos durante horas, hasta que era ya de día. Hablamos sobre sus planes futuros, incluyendo la película que estaba haciendo, “Gigante”, y la que pretendía hacer. Luego, cuando ya se iba, me pidió un libro sobre gatos que le había comentado que tenía en mi biblioteca. Amaba a los gatos. Los consideraba sus maestros de actuación y concentración. Cuentan que el día de su muerte, su gato, al que había dejado al cuidado de una vecina amiga, desapareció. Sin dudas, James Dean fue uno de los más grandes'. (Esta foto, jugando con su siamés Marcus, le fue tomada en la casa que alquilaba en Sherman Oaks, California, días antes del trágico accidente automovilístico que le costó la vida.





1104. “Volver a Eliot y traducirlo todo ha supuesto una revisión de la influencia del gran poeta angloamericano en mí mismo (y en otros poetas de mi generación, como Joaquín Pérez Azaústre o José Daniel García). Desde la posguerra, Eliot ha estado presente en varias generaciones: en los novísimos, en la experiencia, en la mía propia. Ahora estará más presente aún un Eliot nuevo para nosotros, un Eliot que amaba los gatos y el té, un habitante de Hampstead con sombrero de seda, un revolucionario con traje y corbata, un hombre que fue vanguardista y conservador y que nos dio una lección de resistencia moral frente a lo convulso de todo tiempo.” (Así prologa su trabajo José Luis Rey, reconocido traductor del maestro poeta T.S. Eliot, en la fotografía en su estudio con su gato Zuaxo sobre su brazo, para https://wmagazin.com/)





1103. La autora, pintora e ilustradora estadounidense Dahlov Ipcar amaba a los gatos. Escribió y ella misma ilustró una treintena de libros infantiles, entre los que destaca “El Gato de Noche” (The Cat at Night), publicado en 1969, en el que narra las aventuras de Goliath, un gato blanco y negro que vive en una granja y duerme de día junto a la estufa hasta la noche cuando el granjero se va a dormir y lo saca de la casa. Goliath disfruta eso porque puede hacer lo que más le gusta, ver en la noche y explorar. No tiene sueño de noche. La noche lo despierta, es su mejor momento. Avanza sigilosamente, caza siempre algo y hasta se llega al pueblo vecino a reunirse con sus amigos gatos. Luego, con las primeras luces del nuevo día, regresa siempre justo después que el granjero ha ordeñado sus vacas. Al verlo la granjera lo saluda y le ofrece un cuenco de leche. Goliath se la bebe toda y recién entonces entra en la casa, se acurruca junto a la estufa y se queda dormido mientras el granjero exclama: “Pero qué gato tan perezoso, seguro que se pasa la noche por ahí durmiendo y duerme luego todo el día aquí”. Pero el gato ya no lo escucha, duerme profundamente y sueña con las aventuras de la noche pasada.





1102. “No me interesa hablar de poesía, prefiero hablar con mi gato o el jardinero. Aprendo más y me aburro menos. No me interesa ser personaje, porque cuando te ven así, tu poesía pasa a segundo plano. No me interesa si escribes o no escribes. En cambio ser poeta en serio es una responsabilidad. La gente no debe escribir poesía, deben ser poetas. La poesía no es una carrera, eso queda para la hípica. La poesía es la lucha contra nuestro enemigo el tiempo y un intento de integrarse a la muerte, de la cual tuve conciencia desde muy niño. La poesía no me interesa sólo como acto estético, sino ético. Una manera de cambiar el mundo es empezando a cambiarse a sí mismo. No importa ser bueno o mal poeta, sino transformarse en poeta, luchar contra el universo que se deshace, no aceptar los valores que no sean poéticos, de nada vale escribir poemas si somos personajes antipoéticos.” (Jorge Teillier, poeta chileno)





1101. “Cuando ya no tuve edad para enamorar ni enamorarme de mujeres hermosas tuve a mis gatos con quienes sí que nos amamos y respetamos todavía más. Eso para mí es felicidad.” (Bohumil Hrabal, renombrado prolífico novelista checo)


jueves, 22 de febrero de 2024

EspƎjos ---

 




Un espejo es un límpido río de inmóviles aguas

Una imperceptible superficie donde los ojos se ven naufragar

Donde los hechos sin memoria se hunden

Donde cualquier imagen sin dejar rastro se pierde

Un vidriado plano donde una sucesión infinita de reflejos emergen

E invariablemente uno tras otro se desenmascaran

Un impenetrable caudal de tiempo que incluso a sí mismo se traga


miércoles, 14 de febrero de 2024

Un poema ---

 


(Obra de Gerhard Richter)


Un poema escrito con un dedo en un espejo empañado
Quiso el destino que al dejar estampado tu beso allí
Una bocanada de tu aliento me lo haya revelado
 
Un poema llegado hasta mí desde el más oscuro silencio
Atiborrado de voces en blanco, versos ciegos
Rimas quebradas, metáforas apagadas, sonidos callados
 
Un poema que leí con ingenua irrefrenable devoción
Embelesado -confieso- a la vez que desesperado
Como si de “La Chasse Spirituelle” se hubiera tratado
 
Un poema de un anónimo poeta nacido al Otro Lado
Quien, luego de rastrear el principio de los tiempos
Se encontró con que hacía ya rato que estaba empezado
 
Un poema que con cierta pretensión había dilucidado
Que la lectura debiera siempre extraer de lo escrito
Nuevos significados, en lo posible inesperados




martes, 6 de febrero de 2024

Tanka Qián ---


 



La poesía
Nada más acontece
Se transparece
Bajo la superficie
De lo que apenas se ve


jueves, 1 de febrero de 2024

Cavilando el tiempo otra vez... ---

 




...Y si fuera nomás el río la metáfora del tiempo
Y cada gota una íntima parte de su caudal incesante
Su cauce sería el que contiene un mismo espaciotiempo
Del que mana y se reanuda en forma constante


Y si acaso la metáfora del tiempo fuera el árbol
Cuyas hojas brotaran y se deshojaran cíclicamente
Mientras la hojarasca se acumula dorándose al sol
Para que la tierra por las noches se nutra nuevamente


Y si otra metáfora del tiempo fuera un desierto
Donde cada grano de arena es como un instante
Qué hay entre cada grano de arena sino otro desierto
Y qué sino más tiempo entre cada instante...
 


Bolsa de Gatos 1091/1100

 




1100. “Ahora, en esta larga despedida apuñalada de incertidumbres, descubro que jamás te he dedicado un poema. Quizá porque te he sentido tan parte de mí, tan inmóvil en este mundo cambiante, que no soy capaz de imaginar una oscuridad en la que no resalten las diminutas linternas amarillas de tus pupilas. Y ya ves, Luna, incluso hoy se me agota la poesía cuando te recuerdo y pienso que la muerte te ha arrebatado de mi lado, igual que se ha llevado a todos los que he querido, a quienes me han querido a mí, dejando el mundo más frío, más sumido en solitarias tinieblas. He comprendido, Luna, que la vida es un pulso prolongado con la muerte. Un pulso que hemos perdido antes de comenzar. Un viaje absurdo cuyo fin es aceptar nuestra soledad desbocada y contemplar a los seres queridos como maravillosas aves de paso que depositan su calor para después marcharse. Nadie se queda aquí. La muerte nos configura lentamente, nos dibuja surcos en la frente y en el corazón. Mientras, nos dedicamos a soñar que vivimos. No tengo todavía un poema para regalarte. Si alguna vez lo escribo, quisiera reflejar en él tu genio de tigresa asilvestrada, la sombra de tu cuerpecillo acechando tras las esquinas, las cicatrices que me has dejado en la piel. Pero también tus besos de lija, el ronroneo que comenzaba cuando mis dedos se deslizaban por tu cuello, por detrás de tus orejas. «Tu gata es una fiera» me decían; pero ellos no conocían la forma en que me mirabas, el maullido preocupado que me dedicabas cuando me invadía el desconsuelo. Y subías a mis piernas y rozabas la cabecita con mi piel y a veces te quedabas así, pegada tu frente contra mí en un gesto de amor inusitado. ¡Y cómo te enfadabas cuando discutimos en casa!... Nadie, excepto tu familia, conocerá todo eso. Serás un gato más para el mundo, otro animal de compañía que ha pasado por la vida y ha completado su ciclo. Como todos los gatos y los perros que vemos por la calle o en las casas de conocidos. Pero para mí has sido y eres mucho más: una hermana, una criatura que ha demostrado más sensibilidad que la mayoría de los humanos. Inteligente, curiosa, intuitiva, fiel. Caprichosa, iracunda, mimosa, arrogante. Entrañable. Poblada de una sabiduría ancestral, inherente a tu raza, que no aspiro a comprender. Luna, Luna. Qué haré ahora que te has apagado y no puedo mirar ya tus ojos verdes que me dicen todo con su silencio. A quién le contaré mis diatribas mentales, para quién repetiré los temas de los exámenes. Quién se subirá a mi mesa mientras escribo. Qué triste el mundo sin el sutil crujido de tus uñas contra el parqué. Nadie comprenderá el alcance de tu humanidad y pensarán: es sólo otro gato. En estos dieciséis años, algo más de la mitad de mi vida, me has visto abandonar la adolescencia y entrar, llena de confusión, en el mundo adulto. Has conocido a amores y amistades que se marcharon sin dejar rastro. Te has sentado junto a mi abuelo en el sofá –el mismo sofá que destrozaste– y os habéis regalado vuestra mutua compañía silenciosa. Has viajado a Villafranca, a Chiclana, a Conil; has mordido a mis amigos y no has dejado indiferente a nadie, ni siquiera a los veterinarios, que tenían que sujetarte como si fueras una pantera, en vez de un gato. Has conocido los tiempos felices y has visto desmoronarse nuestro mundo, ayudándonos a sobrevivir entre estas ruinas emocionales, tejiendo una mansa complicidad, ofreciéndonos un refugio familiar, algo que permanece, sereno, a lo que podemos aferrarnos. Al final, nos has dejado sólo tu recuerdo. Pero eso nadie nos lo puede quitar.” (“Luna” por la escritora y Doctora en Literatura Española Marina Casado, encontrado en https://marinacasado.com/)





1099. “Cuando me mudé a Topanga Canyon seguía con los Buffalo Springfield, pero faltaba poco para la disolución. Me quedé en casa de una amiga, Linda Stevens. Me gustaba vivir con ella y su hija. Me había traído mis gatos de Laurel Canyon. Eran dos gatitos de color naranja. Uno se llamaba Duck Egg y el otro Orange Julius, como la bebida. En aquella época había muchos puestos de Orange Julius en Los Angeles. Era una mezcla de de zumo de naranja con huevo batido hasta obtener un líquido espumoso con hielo. Alimentaba y estaba bueno. Tengo un recuerdo vívido del sabor y del olor, pero ya a nadie le interesa, salvo a mí. Es un recuerdo único porque lo asocio con ese sabor, al igual que el olor del Los Angeles de entonces, época en la que me trincaron por posesión de marihuana en la casa de Stephen Stills en Topanga…”, cuenta Neil Young en su libro de memorias “El Sueño de un Hippie”.





1098. Trabajaba para JP Morgan pero renunció para cumplir su sueño: abrir un hotel boutique para gatos. A los 50 años Margaret Lean Cole se replanteó su vida, invirtió tiempo y dinero, y se aferró a su amor por los gatos y al de su familia. Ahora alberga 40 gatos en una casa acondicionada para tal fin llamada ‘Espacio Gatos’. Aunque estudió veterinaria en la Universidad de Buenos Aires, Margaret Lean Cole nunca ejerció, y tras un breve paso por un laboratorio de genética su vida tomó otro rumbo y fue consultora en Sistemas de la Banca JP Morgan. Pero tenía su proyecto pendiente y lo cumplió: “Me animé a cumplir mi sueño” le contó a TN. ‘Espacio Gatos’ no es como una guardería estándar sino un hotel que cuenta con tres pisos y dos salas. Abajo está el espacio común y en los dos pisos superiores las suites privadas. Margaret y su compañero, Rene Vera Cortez, acondicionaron una vieja casa tipo chorizo para transformarla en un hotel felino. “El éxito fue la combinación de inversión, responsabilidad, compromiso, amor por los animales, la familia comprometida y animarme a crecer”, resumió la emprendedora, entre los maullidos de sus huéspedes. Los requisitos son: los gatos huéspedes deben tener las vacunas al día, estar desparasitados, traer su pipeta para las pulgas y, preferentemente, tener las uñas cortadas. Para compartir el espacio común, además, deben estar castrados y presentar el resultado negativo para VIF y VILEF (Sida y leucemia felina). Actualmente se pueden hospedar hasta 40 gatos, pero Margaret no tiene proyectado seguir creciendo y, aunque muchos se lo proponen, desecha abrir franquicias. “Hasta acá crecí. Quiero trabajar bien y vivir tranquila” concluyó. (Extractado de https://tn.com.ar/)





1097. “Las Alas del Sueño”, autorretrato de Toshiyuki Enoki. Las obras de Enoki son una eficaz combinación de realidad, mitos y fantasía. Utilizando pinceles particularmente desgastados logra atmósferas muy distintivas junto con una paleta de colores cálidos y apelando muchas veces al dorado crea serenas representaciones oníricas. En este muy particular autorretrato de 2012, así lo definió el propio artista, “autorretrato”, se representa junto a un gato.





1096. Toshiyuki Enoki es un artista japonés nacido en Tokio en 1961, especialista en la técnica tradicional de la laca y en otras tales como las pinturas al óleo, acrílico, acuarela, en tinta china y en el uso de láminas de metal en distintos soportes, papel, lienzo y madera. Enoki estudió Arte y Diseño en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio y su inocultable pasión, aparte de la pintura, desde siempre han  sido los gatos.





1095. “Mi gato se llama Billy, como Billy el Niño. Para mí fue una revolución, como también lo fue descubrir la lectura, tener a mi hija, enamorarme, desenamorarme... Decía María Zambrano que un gato es la perfección de algo, y es verdad. Yo les tenía fobia, los odiaba profundamente, hasta que mi hija encontró a Billy en la Alameda, siendo aún cachorro, me lo presentó y me dijo que iba a vivir con nosotras…” (Así narró la escritora Belén Rubiano su conversión a la religión gatuna en el Diario de Sevilla el domingo 1 de marzo de 2020)





1094. “Durante los últimos días se volvió viral en las redes sociales un video donde Axel Kicillof se encontraba dando una entrevista para la TV Pública, cuando de pronto, lo interrumpió su gata pasando por delante de la cámara, como si nada. Katia, tal es su nombre, forma parte de la familia Kicillof y había sido adoptada en 2019 cuando el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, declarado gatófilo, visitó la Clínica Veterinaria Municipal en compañía del Intendente de Berazategui Patricio Mussi.” (Extractado de (https://elsolnoticias.com.ar/)





1093. La periodista, escritora y activista feminista estadounidense Vivian Gornick vive en su piso del Bronx en Nueva York con dos gatas (a las que bautizó como Gata 1 y Gata 2) y a las que adoptó juntas cuando apenas tenían semanas de vida y pese a que nunca antes había sentido deseo alguno de convivir con un animal. "Luego de décadas de vivir sola un día de pronto me sentí anhelando que hubiera en casa algo vivo aparte de mí misma. El miedo de mi madre a todo bicho viviente de más de dos patas se me había contagiado desde pequeña, pero una vez que me serené se impuso mi anhelo y allá fui en busca de una criatura cariñosa que ronroneara en mi regazo, durmiera en mi cama o animara mi departamento… sólo que no fue una criatura la que encontré sino dos.” Así las cosas para ella, lo demás fue enfrentar la convivencia, difícil al principio, porque las gatas manifestaron su naturaleza felina, estirándose las uñas en sus sillones, mordisqueando algún adorno que les resultaba llamativo, subiéndose a cada estante o mueble alto que hubiera en la casa, deambulando durante las noches o intentando cazar polillas o moscardones que pudieran ingresar del exterior, hasta que Vivian se dio cuenta que también ella debía adaptarse a “la nueva vida en trío” y enseñarles, persuadirlas y ponerles límites, si fuera el caso, para establecer las necesarias pautas de convivencia, todo lo cual fue de a poco funcionando a medida que la relación entre ellas ensamblaba a la perfección. 





1092. “Yo soy un gato de metal / Vivo en un agujero / Tengo una ansiedad / Como de año nuevo / Nunca se dónde estoy / Nunca se adónde voy / Tengo miedo de la escena de la calle / Tengo miedo que en la calle no haya nadie / Esa es la rapsodia de los que decoran el tiempo / Por eso vivo en los tejados / Viajo en subterráneo / Amo a los extraños / Mi comodidad sólo es mi aventura / Nunca será igual / Nunca nada dura /¿Vos te querías comprar un perro? / Pero soy un gato / ¿Vos te querías comprar un perro? / Pero soy un gato.” (“Gato de metal, canción de Charly García del disco “Filosofía Barata y Zapatos de Goma”, su sexto álbum solista aparecido en 1990)




1091. "Los animales que ven en la noche son animales sagrados, como el búho y el gato. Ellos ven con el inconsciente, como los poetas, ven con lo no racional, con esferas inconscientes muy profundas. Por eso cuando te duele un hombro o el pecho, o cualquier lugar del cuerpo, el gato va y se acuesta donde te duele y absorbe las malas energías. Tiene su ‘ojo clínico’. Es un acompañante terapéutico magnífico y mágico.” (Alejandro Jodorowsky Prullansky, artista, cineasta y escritor chileno nacionalizado francés, en la foto con su gata Dulce)


martes, 23 de enero de 2024

Intento de Poema 3D ---




Venía una vez sobrevolando un relato impreso
En el que las palabras allá abajo se veían
Como hileras de stupas o pequeños montículos
Aunque algunas eran más bien como monumentos
En tanto otras estaban dispuestas como diseños
Cubistas de un pintor cuyo nombre no me acuerdo


Planeaba en vuelo rasante y en círculos
Al ras de los sucesivos renglones y fragmentos
Que por momentos semejaban pentagramas
Sembradíos, párrafos con símbolos, ideogramas
Kanjis o incomprensibles jeroglíficos secretos
Entre los que iba lentamente descendiendo
Hasta encontrarme a la sombra de unas formas
Como de gruesas columnas o estilizadas rejas
A la par que caía en la cuenta de que eran letras
Gigantescas y las atravesaba como verjas
Con sinuosos arabescos y espiraladas siluetas
Que proyectaban y se alargaban a uno y otro lado
Según cómo les daba el sol sobre aquel terreno


La cuestión es que cuando quise ubicarme
Estaba ya emprendiendo un agradable paseo
A través de una larga sucesión de altas letras
Que se alzaban como torres, cúpulas, templos
Capitolios, mansiones, estadios, mausoleos
Fábricas, teatros, regimientos, ministerios
(Con fachadas surcadas por perfiles y cornisas
Rectas, como pretenden que sea la verdad
Con molduras tan curvas como cualquier certeza)
Y también modernos edificios y otras construcciones
Atiborradas con puertas, ventanas y balcones
Desde las cuales de pronto comenzaban
A manar en cascada turbulentos ríos y mares
Que con sus oleajes rápidamente anegaban
Las calles, avenidas, parques y callejones
Hasta que me despertaba, como sobresaltado
Constatando que en un sillón me había quedado
Dormido leyendo un libro de cuentos fantásticos…



(Obras de Pablo Picasso)